BIOGRAFÍA
Bego Otero, siente su vida como una vocacion artística.
Su infancia transcurre feliz, dibujando todo lo que puede.
En ocasiones, de muy pequeña, recuerda estropear sin querer, algúna cortina de la casa, por coger los óleos de su hermano mayor, Manuel, también pintor.
Pronto sustituye los lápices, por pinceles y se inicia muy temprano en el óleo. Su aficción la lleva a participar en concursos infantiles. El primero, con seis años, le llena de felicidad, le regalan un puzzle y unos colores que recoge en el hotel Principe de Asturias de Gijón.
Después, seguirá el éxito en otros, como el concurso de postales navideñas, de Luanco, los concursos de pintura libre Manuel Medina Díaz de Gijón, el instituto Jovellanos, pero dice, que el más significativo de esa época, fue un concurso nacional en promovido por la DGT, gracias a un maestro que le envió en secreto su dibujo con el que tuvo la suerte de conseguir alzarse con el primer premio:
Dos niñas, llamaron al timbre de mi casa. Me dijeron alborotadas «Tú dibujo ganó el premio y tienes que ir a recogerlo a Oviedo”.
Yo no sabía a lo que se referían, pero parecía interesante en ese momento, recoger un premio en Oviedo. Recuerdo que fui con mi madre. Como no sabÍamos de que se trataba, por el camino ibamos diciendo cosas. Llegamos a una sala repleta de cosas interesantes, muy bien dispuesta, yo no sabía donde mirar. Se acercaron dos señoritas, una con los regalos, la otra me hizo una foto. De allí, salimos con una preciosa bicicleta rosa y mi primera cámara de fotos. Nos dijeron que nos llamarían por teléfono para hacer un viaje por España como parte del premio.
De su juventud, destaca los años vinculados al Festival Internacional de Cine de Gijón , como miembro de su jurado juvenil.
El festival me aportó, como a muchos jóvenes que tuvimos la suerte de formar parte de él ,una visión distinta del cine no comercial, tener la suerte de ver muchas películas en teatro Jovellanos de diferentes países y poder conocer de primera mano a personalidades del cine como Jose Luis Garci, Bigas Luna, Narciso Ibañez Menta, Gonzalo Suarez o Gil Parrondo, por citar solo algunos de los que pasaron por aquellas ruedas de prensa a las que teníamos acceso, en las que incluso nos dejaban hacer preguntas.
Siempre soñando con el momento de estudiar Bellas Artes, su sueño se cumplió.
Valencia y la facultad de San Carlos de la UPV me aportaron una felicidad indescriptible.
Tuve la suerte de contar con unos maravillosos profesores y profesoras que me enseñaron técnicas y sabiduría. Asistir a las clases de Vicente Ortí, Miguel Molina, Maribel Domenech, Javier Claramunt, Elías Pérez, Pilar Crespo, Vicente Ponce,Pablo Sedeño, fue un privilegio. Repetiría una y cien veces todos los cursos por placer.
Mi admiración y gratitud es infinita
Un amplio dossier con sus trabajos, brinda la oportunidad de viajar a Londres, como becaria Erasmus, desde la UPV .
En aquel momento acababan de empezar las becas Erasmus,un programa de intercambio para universitarios y universitarias europeos. Parecía fascinante poder vivier en Londres y formar parte de su universidad, conocer gente de todos sitios, visitar museos y galerías distintas cada día.
Mi energía desbordaba en Londres, una ciudad ,educada, creativa y maravillosa que me hacía sentir libre y afortunada.
Comienza a trabajar de terapista artístico, en una residencia de ancianos, en la zona norte de Londres…
En esa época, en Londres era mucho más fácil encontrar trabajo, que un alquiler. A los quince días ya tenía un trabajo, y al mes, conseguí uno bueno.
Tuve la suerte de trabajar en Edwina Nursing Home, una residencia de ancianos en Palmers Green, la zona norte de Londres, allí aprendí mucho sobre el ser humano, quizás más que en Middlesex.
En mi trabajo como terapista artístico, trataba diariamente, de activar sus recuerdos, mediante la escucha y entretenerlos para olvidarles de su soledad mediante complejas actividades.
Realización de la exposición 75 º, Memorias camaleónicas, en Londres.
Me sentía fascinada por aquel trabajo, en el que los residentes, eran capaz de contarme sus recuerdos más remotos, pero sin embargo, a veces costaba que recordaran que era la misma persona con la que había estado hablando una hora, el día anterior, entonces me surge la idea de dar forma a todo esto una exposición, 75 º y presentarlo como final de carrera.
Primer regreso a España.
Al volver, inmediatamente me di cuenta que mi sitio no estaba ya allí.
A los pocos meses me selecionaron para una nueva beca. Llegaron dos cartas,comunicás dome destino Grecia para restaurar mosaicos bizantinos en Creta y otra para volver a Londres y continuar con el mismo proyecto en la residencia.
Escogí la segunda, aunque la primera era muy tentadora y terminé un trabajo que me serviría posteriormente como tema de tesis doctoral a mi vuelta .
Segundo regreso a España, termina cursos de doctorado en Valencia.
Posteriormente a este período, me corresponde preparar una oposición , formar una familia, viajar todo lo posible y reiniciar la marxeta artística que dicen en Valenci , desde mi adorado Mediterráneo, que canta Serrat, pero esta vez desde donde empieza; Algeciras: la bella bahía de atardeceres rojos y extraordinarias gentes , siguiendo, por la maravillosa Costa del So , la Nerja de Chanquete, para llegar a la sublime y siempre divertida Marbella .
Actualmente, mantiene vínculos afectivos y laborales con las ciudades en las que ha vivido y con otras muchas en las que no les importaría vivir, siempre intentando encontrar la parte creativa de todas ellas, para aportar a su obra. Nueva York, es una de estas ciudades, visitada recientemente, ha pospuesto la Quo Vadis exposición con la galería Van der Plast a causa de las restrincciones por la pandemia, esperando pronto poder reanudar su trabajo expositivo.